martes, diciembre 08, 2015

Paris día 3...a guerra mundial

Había olvidado mencionar,  en el aeropuerto no hicieron ningún tipo de control especial,  solo el sello de pasaporte,  y así parecer Todo estaba en histeria controlada,  es decir,  había soldados por todas partes, pero no pasaba nada,  además hubo una reunión para contrarrestar el cambio climático y debían aumentar la seguridad.

Fuimos a FNAC (tienda de libros, música y electrónicos) a conseguir la memoria y de ahí regresamos a pie al Louvre. Ya era libre de fotografiar!

Este día fue dedicado a Louvre y no se entiende como su pirámide de cristal es horrible a la vista de todos hasta que uno está ahí. Es un contraste increíble entre la exagerada magnificencia que representa el edificio y la asquerosa construcción que representa la pirámide y su acceso al museo,  es una ofensa ante tal obra arquitectónica poner una grosería de tal tamaño justo en la explanada central.

Poco antes de entrar comenzó a sonar una alarma de ataque aéreo inminente,  pero nadie se alarmó, y dejo de sonar en un par de minutos. (la misma que se escucha en silent Hill) el hecho de que la gente no se inmutara me hizo pensar que  ya nadie reconoce dicha alarma debido a la cantidad de años que han pasado desde el último bombardeo (difícil porque las películas aun muestran dicha alarma).

Bien,  Louvre como es bien conocido,  no es posible recorrerlo y tener una experiencia enriquecedora en un solo día,  simplemente no es humano y no es viable, es un laberinto gigante con exposiciones de arte escultórico, orfebrería, diseño de mobiliario, arqueología, artes gráficas y pintura. Además de la ornamentación interna de cada sala que termina por ser una cosa épica. Se divide en 3 zonas, el ala richelieu, ala sully y ala denon, en la última están las grandes obras italianas, británicas y españolas. Existe tanta variedad de estilos técnicas y temas que sería difícil que algún cerrado mental terminara por no apreciar el contenido. También alberga esculturas italianas y griegas. En el sully están los pintores franceses y la obra escultórica más numerosa, a su vez conservación de elementos arqueológicos. Es una experiencia épica pero muy cansada,  después de 8 horas yo ya no quería ver nada ni tomar una sola foto,  estaba agotado física y mentalmente.

Tiene un restaurante interno donde refrescarse y descansar. Probé una cerveza local y sabe como a limonada acervezada con te de cedron,  una cosa muy extraña pero rica a final de cuentas.

No existen palabras para describir el interior,  simplemente es una experiencia asombrosa y tendría que hacer un libro.

Mi pintor favorito fue Delacroix,  el nivel de detalle y los formatos que manejaba son impactantes, todo un personaje.

Una vez más exterminados y fulminados nos nos fue necesario descansar

No hay comentarios.: