Pues despertamos antes que sonaran las alarmas y el frío no era inmenso, el país nos despedía de una buena forma, hicimos lo habitual: metro y luego tren para llegar al aeropuerto, ahí notamos que el sistema de check in de algunas aerolíneas era muy extraño, sucedía en Islas en un 2o piso y de alguna forma enviaban el equipaje hasta abajo. Nuestra aerolínea British Airways se encontraba en una recepción normal, y el check in paso como lo habitual, y antes de abordar nos revisión documentación, mismo proceso que conllevó a un sello y explicación más. Llegamos a una sala de espera muy chick y pues a esperar.
Ya en el avión yo caí en coma y como duraría 3 horas solo ofrecieron un refrigerio. Pasado ese lapso también llegamos a Londres con mucha neblina y nubes, y en ese aeropuerto el avión que de por sí era pequeño, para aterrizar realizó unas maniobras con las alas que parecía que se doblaba y finalmente aterrizó.
Salimos hacia el hostal que la verdad fue una experiencia totalmente diferente que en España, esta vez la franquicia fue safestay, y son unos hostales muy bonitos, temáticos al color de la compañía, sábanas esqueleto de litera y edredón. También se manejan por tarjetas como llave y su lobby y comedor son muy acogedores. Las literas además tenían una luz tenue rotatoria y cortinas individuales, lo mejor : el colchón era consistente. Lo único en problemas es que el lavabo no servia y tenia apariencia de que a alguien no le habían servido un Kim Chi muy bueno, o lo que sea lo termino requete guacareando.
Aquí el viaje cobro factura y dormimos la mayor parte de la tarde, en la noche salimos a buscar comida, por fin encontré un jugo decente y a super precio, 1lt cuesta 1 libra y se llama sunpride, aunque sabia a bonafina, era mejor que la porquería de España. Volvimos a encerrarnos. Día de recuperación al fin de cuentas.
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